Soler y Palau comparte publicación donde mencionan la importancia del nivel de humedad del aire interior, así como la limpieza para poder mantener un hogar saludable.
Soler&Palau comparte publicación acerca de algunas recomendaciones para mantener un hogar saludable. Esto tiene relación con el nivel de humedad de la vivienda, la calidad del aire interior, la limpieza de la casa o el aislamiento térmico y acústico.
Expertos del Observatorio de Vivienda y Sostenibilidad detallan cuáles son los factores fundamentales a tener en cuenta en las viviendas para conseguir que una vivienda sea lo más saludable posible.
Nivel de humedad interior
El porcentaje de humedad que debe haber en una vivienda es torno al 40 o 60 %. Un ambiente demasiado seco, con niveles inferiores a estos valores, puede provocar sequedad en las mucosas y orificios tanto nasales, como de los ojos y la garganta.
Mientras que, por el extremo contrario, un ambiente demasiado húmedo es el caldo de cultivo perfecto para la proliferación de hongos y ácaros lo cual provoca enfermedades respiratorias y alergias.
Una de las claves para regular los niveles de humedad en el ambiente está tanto en el aislamiento térmico de la vivienda, como en la ventilación.
Luz natural
Una vivienda luminosa, además de aportar una mayor sensación de amplitud a la vivienda, la convierte en un lugar más saludable. Los expertos señalan cómo un hogar con buena entrada de luz solar contribuye a reducir la tensión ocular, así como la irritabilidad. Y permite además regular los sistemas del metabolismo de los inquilinos.
Aislamiento térmico
De manera general, una vivienda debe estar a una temperatura de entre 20 y 21 grados en invierno. Para conseguirlo, más allá de sistemas de refrigeración o calefacción, es fundamental contar con un buen aislamiento térmico que permita que el hogar se encuentre a esta temperatura y hacerlo de manera eficiente.
Tener la casa en un nivel de temperatura óptimo es muy importante porque una vivienda con temperaturas frías afecta a la presión sanguínea y eleva el ritmo cardíaco, mientras que una casa con una temperatura muy elevada provoca la deshidratación, problemas respiratorios e infecciones, así como la sequedad de la piel.
Aislamiento acústico
Una casa que esté llena de contaminación sonora puede afectar directamente a la salud física y mental, así como provocar problemas de audición, estrés y alteraciones en el sistema cardiovascular, endocrino y digestivo.
Garantizar una buena calidad del aire interior y la limpieza
El interior de las viviendas está expuesto a agentes contaminantes de forma constante, como por ejemplo el polvo, polen, los ácaros, el humo y los olores, entre otros.
Por este motivo, es vital contar con una buena calidad del aire, que se consigue con sistemas de filtración y purificación que eliminen las partículas de posibles contaminantes. Lo mismo con los sistemas de ventilación mecánica.
Cuidado con las pinturas plásticas
Las pinturas de los interiores de las viviendas pueden tener una gran repercusión en la salud porque pueden contener materiales pesados, formaldehídos y componentes orgánicos volátiles.
Por ello, es recomendable decorar las paredes con pinturas ecológicas realizadas con vegetales, lo que permite que sea más saludables para las personas que viven en el hogar y, de manera general, para el planeta.