América Latina impulsa su transición a la energía solar con importaciones récord de paneles chinos, lideradas por Brasil y Chile.
La región latinoamericana ha experimentado una notable transformación en su matriz energética en los últimos seis años, destacando la importación de paneles solares chinos como un elemento crucial en este proceso. Según datos proporcionados por la consultora Ember, se han importado US $26.000 millones en paneles chinos, siendo Brasil el principal protagonista de estas adquisiciones, representando la mayor parte de la cifra total. Esta tendencia subraya los esfuerzos de la región por avanzar hacia fuentes de energía sostenibles.
Brasil, líder en energía renovable con acento chino
En Brasil, más del 86% de la electricidad proviene de fuentes renovables, un logro atribuible a diversos factores, incluida la geografía del país. Los ríos caudalosos y una costa con fuertes vientos han contribuido a consolidar la posición de Brasil como un líder regional en el uso de fuentes renovables. Además, el comercio de paneles solares con China refleja los esfuerzos brasileños en su transición hacia la sostenibilidad energética, ya que representa el 58% de todas las exportaciones chinas de paneles solares a Latinoamérica, con un valor aproximado de US $14.000 millones desde 2017.
Chile duplica su producción solar, superando a México en eficiencia
Chile se destaca como un referente en la región al haber duplicado su producción de energía solar entre 2020 y 2022. Aprovechando la abundancia de rayos solares, este país ha logrado superar en eficiencia a México, a pesar de tener seis veces menos población y 2,5 veces menos territorio. Este incremento en la capacidad de generación solar resalta el compromiso de Chile con las energías renovables como parte fundamental de su matriz energética.
México enfrenta desaceleración en su crecimiento solar con medidas gubernamentales
Por su parte, México experimentó un notable aumento en su generación anual de energía solar entre 2012 y 2021, aunque este crecimiento se desaceleró en 2022. El Gobierno mexicano implementó reglas que limitaban el desarrollo de «megaproyectos», argumentando que estos eran liderados principalmente por grandes corporaciones extranjeras. Algunas voces señalan que estas medidas podrían favorecer a empresas locales más pequeñas para satisfacer las necesidades solares del país, cambiando el panorama del sector solar en México.

Fuente: ACR Latinoamérica