Cortina de aire, la puerta invisible que separa zonas de climatización y ahorra energía.
Normalmente, las cordilleras impiden el paso de las nubes cargadas de lluvia, por lo que, un lado de la montaña es frío y húmedo mientras el otro permanece cálido y seco. Como las montañas, también las cortinas separan distintas zonas de climatización. La corriente de aire crea una puerta invisible que impide que el aire de distintas zonas se mezcle, lo que significa una solución energética muy eficiente con independencia de que se quiera mantener un clima interior cálido o fresco.
Las cortinas de aire son incluso más eficaces cuando se utilizan en edificios con aire acondicionado, cámaras frigoríficas y salas con necesidades higiénicas especiales. Sin embargo, a través de los años, la selección de las cortinas de aire se ha limitado a considerar los siguientes aspectos: dimensiones del espacio a cubrir, volumen de aire, tiempo de entrega y/o el costo de inversión, dejando de lado el objetivo principal de su uso: “reducir al máximo las pérdidas de energía”. Cabe señalar que en nuestro mercado su uso es aún más limitado debido a un diseño deficiente, ahorro económico de un intermediario o simplemente por un ahorro económico inicial del cliente, que sin percatarse se condena a un costo operativo mayor a largo plazo.
IMPORTANCIA DEL USO DE UNA CORTINA DE AIRE
Considerando que la mayoría de nuestros lectores tienen clara la importancia del uso de una cortina de aire (ver la imagen anterior) para evitar la pérdida de energía a través de las puertas, pasaremos a un siguiente nivel para que la selección y elección de una cortina sea la adecuada. Para ello debemos respondernos la siguiente pregunta ¿Qué hace que una cortina de aire sea realmente eficiente?
Lo primero que debemos tener en cuenta, es que las cortinas de aire son parte de un sistema, por lo que lograr su máxima eficiencia energética posible dependerá también de una ventilación equilibrada que asegure el confort interior. Entonces, la solución podría ser: “reducir la cantidad de aire que requiere la cortina sin que el chorro que se está generando sea demasiado débil”.
Lo indicado en el párrafo anterior no es del todo exacto. La eficacia de la cortina de aire no depende únicamente de la cantidad de aire; también influye, y de forma decisiva, la velocidad del aire. Cuando se combina la cantidad de aire adecuada con la velocidad del aire correcta, se obtienen los mejores resultados. El mecanismo es comparable a las diferentes boquillas que se comercializan para mangueras de agua. Si utilizamos la manguera sin boquilla, obtenemos mucha agua, pero con poca presión. El chorro no llegará demasiado lejos, alto caudal-baja velocidad (Imagen 1). Si en cambio, conectamos la manguera a un sistema de lavado a presión, sale poca agua a mucha presión. Cerca de la boquilla, el chorro de agua es fuerte y eficaz, pero a medida que se aleja se va disgregando en gotas sin fuerza, bajo caudal-alta velocidad (Imagen 2). Sin embargo, con una boquilla de riego normal y corriente, hace que la presión y el volumen de agua trabajen juntos, generando un chorro que llega dos veces más lejos, aunque la llave de paso esté dejando salir exactamente la misma cantidad de agua, relación ideal entre volumen y velocidad (Imagen 3). La cortina a elegir debe hacer lo mismo, es decir, asegurar de que salga la cantidad de aire adecuada a la velocidad correcta, creando así una cortina de aire compacta que llega hasta el suelo protegiendo de esta manera toda la apertura.
En la búsqueda de la máxima eficiencia, tendremos otro aspecto a tener en cuenta: “las turbulencias”. El aire no siempre se comporta como queremos, en efecto, al salir de la cortina de aire se forman turbulencias en el interior del chorro y, cuantas más turbulencias se producen, más ineficiente es la cortina. Para reducir las turbulencias es preciso dirigir el aire correctamente. Como en la mayoría de los aerotermos, el aire se direcciona mediante una rejilla. Así mismo, un diseño interior adecuado del equipo (evitar turbulencia interna) y una correcta dirección del aire, permitirán obtener una cortina de aire con mayor eficiencia y con un nivel de ruido bajo.
Es preciso indicar, que lograr un 100% de protección es complicado, pero con una ventilación equilibrada, una cortina de aire bien elegida e instalada, minimizaremos significativamente nuestras pérdidas. Precisamente, la Marca Frico, parte del Grupo Systemair, se dedica a ello desde la década de 1970, fabricando cortinas de aire en concordancia a las normas ISO y AMCA. Desde entonces, en base a sus investigaciones y su experiencia, ha desarrollado la Tecnología Thermozone, que le permite asegurar que la cantidad de aire que sale sea la adecuada, con la velocidad correcta (relación volumen – velocidad) y con la dirección del aire necesaria que permite separar de forma eficaz el ambiente interior y exterior, ofreciendo así una protección óptima, gran confort acústico y mejora en la eficiencia energética, lo que significa que los costes de electricidad serán menores.