El proyecto de Distritos Térmicos desarrollado en Colombia es una de las mayores experiencias de eficiencia energética llevadas a cabo en Latinoamérica desde el campo del hvacr. Para conocer mejor su desarrollo entrevistamos en Cartagena a Ricardo Baquero Vergara, gerente general de dicho proyeto.
¿Qué es un distrito térmico, en qué consiste y cómo funciona?
Desde el punto de vista técnico, un distrito térmico implica una generación centralizada de energía, y sea frío o calor, para distribuirla entre múltiples clientes. Esta solución se basa en la eficiencia energética a escala urbana, donde proyectos de mayor tamaño operan de manera más eficiente que las alternativas individuales.
¿Por qué se considera una solución específicamente para climatización?
No es exclusivamente para climatización, mencioné la climatización como ejemplo. Los distritos térmicos abordan la generación centralizada de frío o calor aplicándose también para entornos industriales, por ejemplo, en parques industriales. En lugar de que cada industria opere su caldera individualmente, se propone una generación centralizada equivalente a la suma de todas. Esto mejora la eficiencia. Es un proyecto de eficiencia energética aplicado a la climatización urbana.
¿Puedes contarnos una de sus experiencias exitosas, su financiamiento y sus resultados?
Operamos el distrito térmico de la Alpujarra en Medellín desde hace años que involucra 7 clientes, entre ellos la gobernación y la Asamblea departamental. Después de descomisionar sus sistemas individuales de generación de frío, se conectaron a un anillo de distribución de agua helada operado por la empresa de servicios públicos de Medellín. También, en los últimos 3 años, en Cartagena, el proyecto de Serena del Mar, operado por la empresa Ciencia, ofrece electricidad, agua fría y calor.
¿Cuáles son los resultados obtenidos en estos casos?
Hay ahorros energéticos significativos debido a la eficiencia de la generación centralizada. Además, se logran beneficios ambientales al reducir las emisiones de gases efecto invernadero, aunque en Colombia, con una matriz energética limpia, estos beneficios son moderados. Los clientes también se benefician al no tener que destinar grandes áreas para equipos de generación, liberando espacio para otros fines, como áreas verdes.
Hablaste de la segunda etapa del proyecto, ¿puedes proporcionar más detalles?
La segunda etapa se refiere al proyecto de cooperación “Distritos Térmicos”, liderado por el Gobierno nacional y respaldado por recursos donados por el Gobierno suizo. Actualmente, estamos enfocados en mejorar el entorno normativo y de mercado para facilitar la implementación de futuros proyectos de distritos térmicos en Colombia.
¿Cómo ha sido el desarrollo inicial y el impulso del proyecto desde el Gobierno?
Desde la fase 1, el Ministerio del Medio Ambiente, a través de la dirección de Cambio Climático, ha estado vinculado al proyecto, creando el andamiaje normativo y legal. El Gobierno puede generar condiciones habilitantes, facilitando permisos y regulaciones. La parte más desafiante es el modelo de negocio y el modelo de contratación, ya que la compraventa de energía térmica
en Colombia es un mercado libre y los contratos son entre privados.
¿Cómo es financiado este proyecto y en qué fase entra el apoyo de organismos internacionales?
En los últimos 4 años de la fase dos hemos realizado 3 convocatorias de proyectos financiadas por recursos donados por el Gobierno suizo. Estas convocatorias han identificado 27 proyectos en 10 ciudades del país con potencial para recibir estudios de factibilidad técnico-financiera.
¿Qué más destacarías sobre los distritos térmicos en Latinoamérica?
Es fundamental comprender que un distrito térmico no se limita a la generación centralizada de frío, sino también puede lograrse utilizando diferentes tecnologías. Por ejemplo, en la planta de Serena del Mar, utilizamos un sistema de trigeneración con gas natural. Además, es esencial destacar que los beneficios ambientales y económicos son significativos, pero la protección de los derechos del consumidor y la calidad del servicio son desafíos claves que deben abordarse.