Especialista señala que los establecimientos deben contar con tecnologías que eviten que la energía sufra perturbaciones o caídas, con el fin de sostener la cadena de frío.
Con la reciente llegada del primer lote de vacunas contra la viruela del mono y el anuncio del Gobierno de invertir más de 5 millones de soles para la prevención, control, diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad, es importante que parte de este presupuesto se destine a garantizar que el suministro eléctrico de todos los establecimientos sanitarios sea continuo o confiable para la correcta conservación de las vacunas.
Así lo consideró el Ing. John Oré, especialista en calidad de energía de la multinacional ABB, quien señaló que los establecimientos de salud deben contar con tecnologías que eviten que la energía sufra perturbaciones o caídas, con el fin de sostener una cadena de frío que preserve las vacunas hasta que sean suministradas al público.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año, más del 50 % de las vacunas se pierden en el mundo por dificultades, entre ellas el control de temperatura. “En el Perú, aún se registran casos de establecimientos que sufren caídas de energía tanto en Lima como en provincias”, manifestó el especialista de ABB.
El Ingeniero Oré informó que los Sistemas de Alimentación Ininterrumpida o más conocidos como “UPS” es una tecnología clave para garantizar la continuidad del servicio eléctrico las 24 horas del día en los centros de salud; ya que brindan un respaldo de energía momentáneo hasta que los grupos electrógenos se conecten con el sistema eléctrico.
“De acuerdo a la norma técnica peruana NTP-IEC 60364-7-710, en locales de uso médico, como hospitales y clínicas, los sistemas de distribución deben estar diseñados e instalados para facilitar el cambio automático de la red de distribución principal a la fuente de alimentación de seguridad eléctrica, con el fin de mantener las cargas esenciales o en casos de fallo de la fuente de suministro”, señaló.
El especialista en calidad de energía de ABB advirtió también que si el rango de energía en un centro sanitario no es el correcto, se dañará y afectará la conservación de las vacunas en los centros de salud. “Para eso se trabaja en el voltaje con el UPS, rectificando los valores que ingresan y ajustándose a las variables adecuadas para la máquina de frío”.
Demanda de UPS
Oré resaltó que durante la emergencia sanitaria se incrementó la demanda de “UPS” en el Perú. “Hubo una creciente demanda por la implementación en los hospitales. La experiencia de la pandemia hizo que las sociedades tomaran mayor conciencia sobre la importancia de mantener el buen flujo energético en las instalaciones sanitarias, donde es necesario contar con “UPS”, porque ya no es solo una opción, sino parte de un estándar”, detalló.

Indicó que el alcance de esta tecnología en los establecimientos sanitarios es bastante más amplio y no se queda exclusivamente en las cadenas de frío, ya que está presente en espacios como las salas de cuidados intensivos, tomógrafos, máquinas de rayos X y otros puntos críticos que necesitan un flujo constante y seguro de energía con potencias mayores.
“El flujo de energía dentro de las instalaciones sanitarias debe ser seguro, porque ante cualquier interrupción de la energía se podría dañar equipos clínicos y quirúrgicos necesarios para el bienestar de los pacientes, lo que pondría en riesgo la vida de ellos”, indicó.
Reiteró que la perspectiva a futuro es que el uso de “UPS” seguirá creciendo ya que además de la emergencia sanitaria se incrementó exponencialmente el trabajo remoto, una tendencia que se ha quedado en muchos centros laborales y que presiona un mayor uso de infraestructuras como los datacenter, claves en los negocios, y que también necesitan de los “UPS”.