Margot Venero lidera Ventven, pionera en ventilación eólica en Perú, con soluciones eficientes y sin consumo eléctrico.
Margot Venero es la fuerza fundadora detrás de Ventven, una empresa que nació a inicios de los años 2000 impulsada por algo más que un análisis de mercado: una genuina fascinación por la eficiencia natural del extractor eólico.
Su historia comenzó cuando fue contratada para evaluar la viabilidad de introducir este producto en el mercado peruano. El estudio reveló un gran potencial, pero también una barrera importante: el desconocimiento. El inversionista original desistió, pero Margot, cautivada por la idea de ventilar sin consumo eléctrico, decidió tomar las riendas y, con el apoyo de sus hermanos, fundó su propia empresa.
«Fue un reto introducir un producto que no tenía motor, que no usaba energía. En esa época, los ingenieros solo confiaban en equipos con tres HP o más», recuerda. La estrategia inicial de convencer a proyectistas no dio frutos, así que Margot viró el enfoque hacia las empresas que ya sufrían el problema: galpones con techos metálicos donde el calor era insoportable. Fue allí donde encontró su primer gran cliente: Plásticos El Rey, que no solo apostó por el producto, sino que abrió sus puertas para que otros comprobaran el funcionamiento de los extractores eólicos.
Lo que siguió fue un crecimiento paciente, basado en escuchar al usuario y ofrecer soluciones funcionales. Hoy Ventven atiende a más de 1,500 clientes en rubros tan diversos como almacenes mayoristas, plantas industriales, centros comerciales, instituciones educativas e incluso piscinas temperadas. «Lo que más valoramos es su fidelidad, ya que cuando amplían sus instalaciones, vuelven a confiar en nosotros. Es la mejor prueba de que nuestras soluciones funcionan», enfatiza Margot.
Diversificación, honestidad y visión de futuro
Actualmente, cuentan con un portafolio diversificado: desarrollaron brazos extractores de humo para soldadura, sistemas para manejo de vapores y hasta soluciones personalizadas. «Aprendimos a mirar desde la necesidad del cliente. Si el eólico no era la solución, lo decíamos con honestidad», explica la fundadora. Este enfoque les permitió ofrecer garantías excepcionales de hasta 20 años en sus extractores eólicos, un testimonio de su calidad.
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