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Angélica Figueroa: “El talento no conoce género”

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María Angélica Figueroa, Directora de la Cámara Chilena de Refrigeración y Climatización A.G. y Vicepresidenta del Consejo de Mujeres de la FAIAR, es una figura destacada en el sector HVACR, cuya trayectoria refleja pasión, compromiso y una visión integral de la industria. Con una formación especializada en el área comercial de la climatización, ha ido ampliando su expertise hacia la eficiencia energética y la refrigeración sustentable, complementando su perfil con habilidades en gestión de proyectos y liderazgo organizacional.

Su llegada al sector HVACR nació de la curiosidad y se transformó en una vocación arraigada. Desde joven, mostró interés por los sistemas que garantizan ambientes confortables y seguros, descubriendo no solo su fascinación técnica, sino también el impacto profundo que esta industria tiene en la calidad de vida de las personas y en el medio ambiente. Esta dualidad —entre lo técnico y lo humano— la ha motivado a permanecer y contribuir activamente al desarrollo y la innovación del rubro.

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En esta entrevista, María Angélica comparte su experiencia, desafíos y perspectivas, destacando el rol de la mujer en un campo tradicionalmente masculinizado y la importancia de impulsar prácticas más sostenibles en el HVACR. Una conversación inspiradora que refleja su dedicación y visión de futuro para la industria.

¿Qué desafíos superó en el sector y cómo lo logró?

Abrí camino y me desarrollé profesionalmente en un entorno mayoritariamente ocupado por hombres, lo cual representó mi mayor desafío. Como mujer, enfrenté un reto aún mayor, ya que tuve que demostrar constantemente mis conocimientos para que me escucharan y valoraran. Esta sobreexigencia no se limita a esta industria, sino que se repite en la mayoría de los rubros, marcada especialmente por nuestra idiosincrasia nacional y regional.

He alcanzado metas profesionales gracias a una preparación constante, marcada por la perseverancia, y con el apoyo de colegas que creen en el talento sin distinción de género, algo que valoro profundamente y que los enaltece. También aprendí a ganar mayor visibilidad y a defender mis puntos de vista con conocimiento, experiencia, respeto y firmeza cuando las circunstancias lo han requerido.

¿Qué la motivó a participar en el Consejo de Mujeres de FAIAR?

La convicción de que es posible construir un sector más inclusivo, equitativo e igualitario si actuamos en conjunto me motivó a actuar. Integrar el Consejo de Mujeres de FAIAR me permitió trabajar de forma colaborativa con líderes de toda la región, visibilizar y valorar el aporte femenino, y generar espacios concretos para impulsar el desarrollo profesional de más mujeres en el sector HVACR.

Creo fundamental impulsar espacios como este, donde se integre la perspectiva femenina —que difiere de la actual— no como un aspecto negativo, sino con un enfoque colaborativo y constructivo para ampliar la mirada del sector.

Las mujeres en esta industria, como en todas, no buscamos desplazar la participación de los hombres en sus roles, sino trabajar en conjunto de manera complementaria, integrando diversas perspectivas para abordar de mejor forma las demandas y necesidades de nuestro mercado.

¿Cómo describiría la situación actual de la mujer en el sector HVACR en Chile?

Creo que aún estamos en una etapa de transición, que podría prolongarse en el tiempo. Sin embargo, mantener una actitud positiva, con amplitud de criterio y buena comunicación, sin duda contribuirá a mejorar diariamente los ambientes laborales para alcanzar espacios y acciones concretas. Debemos romper con ideas estancadas y dar paso a la acción. Por ello, invito a actuar con mayor astucia y a abordar los desafíos de forma innovadora para lograr resultados diferentes.

Cada vez hay más mujeres formándose en áreas técnicas, y también observamos una mayor presencia femenina en cargos de toma de decisiones y puestos directivos. No obstante, el número de mujeres sigue siendo bajo en comparación con nuestros colegas hombres, y en muchas ocasiones debemos seguir enfrentando estereotipos y brechas de oportunidades. Lo positivo y esperanzador es que el diálogo sobre equidad de género ya está instalado en el sector.

¿Qué avances ha observado en Latinoamérica?

A nivel regional, observo con entusiasmo y esperanza avances significativos. Hoy existen mujeres liderando asociaciones, participando en proyectos de gran escala y convirtiéndose en referentes técnicos. La colaboración entre países ha sido fundamental para visibilizar estos logros y replicar buenas prácticas. El Consejo de Mujeres de FAIAR ha sido un catalizador importante en este proceso, donde todas ocupamos posiciones de primer nivel en nuestras respectivas organizaciones.

¿Qué logros destacaría en la última década en Chile?

Destacaría la implementación de programas de formación y certificación con enfoque de género, financiados con fondos tanto privados como públicos. Es fundamental que no solo existan buenas intenciones, sino acciones concretas como estas. Entre los avances más relevantes se encuentran el reconocimiento público a mujeres destacadas del sector y, especialmente, la creación de iniciativas como el Programa de Evaluación y Certificación de Mujeres en Climatización y Refrigeración, desarrollado por nuestra Cámara a través de su Centro de Evaluación y Certificación de Competencias Laborales FríoCalor, que marcó un precedente en la industria chilena.

También ha sido crucial el compromiso de instituciones del sector público, como la Unidad Ozono del Ministerio del Medio Ambiente, que ha impulsado y financiado sostenidamente estas iniciativas.

¿Qué barreras cree que aún persisten para alcanzar una verdadera equidad en el sector?

Persisten principalmente barreras culturales, basadas en concepciones arraigadas socialmente desde hace años, como la idea de que ciertas labores son «para hombres» y otras «para mujeres». A esto se suman desafíos estructurales, como la falta de conciliación entre la vida laboral y familiar -carga que históricamente ha recaído sobre las mujeres- y la escasa representación femenina en cargos de toma de decisiones.

Si bien aún nos falta camino por recorrer para que el género no sea un factor determinante en las oportunidades laborales, existen muchas personas trabajando activamente para reducir estas brechas.

Siendo un sector aún masculinizado, ¿cree que las mujeres deben demostrar una mayor eficacia para ser valoradas en igualdad de condiciones?

Lamentablemente, en muchas ocasiones sí ocurre esto, aunque en ningún caso debería ser así, ya que todos somos seres humanos con las mismas capacidades y facultades.

Entiendo la pregunta, y es triste reconocer que frecuentemente se espera que las mujeres hagamos más, que sepamos más y que no cometamos errores para obtener el mismo reconocimiento. Actualmente, a las mujeres no se nos permite equivocarnos tanto como a nuestros pares hombres. Quizás esto responda a una especie de competencia irracional que debemos erradicar con el tiempo, mediante la educación y formación tanto de hombres como de mujeres.

Esta situación genera una presión adicional injusta, pero también ha dado como resultado una generación de profesionales altamente capacitadas. Sin embargo, el objetivo final debe ser que el talento se valore por sus méritos, no por el género.

¿Qué acciones recomendaría para seguir fortaleciendo el rol de la mujer en esta industria?

Primero, continuar promoviendo la formación técnica con enfoque de género desde la educación media. Segundo, implementar políticas públicas de equidad en el sector privado y visibilizar referentes femeninos. Además, es crucial contar con datos y estadísticas que permitan medir avances para tomar decisiones informadas.

También considero fundamental desarrollar programas de capacitación para hombres, que faciliten una mejor comprensión del rol de la mujer en el ámbito laboral. Esto ayudaría a que el trabajo femenino no sea percibido como competencia, sino como un complemento, donde mujeres y hombres pueden desempeñar las mismas funciones, aportando desde sus diferencias naturales.

En este sentido, no solo las mujeres deben impulsar estos cambios. Es igualmente importante que los hombres comprendan y valoren el rol femenino en la industria. Este proceso requiere necesariamente el compromiso de ambas partes, como ocurre en todos los aspectos de nuestra vida cotidiana.

¿Qué papel cumplen las redes profesionales y gremiales en la promoción del talento y liderazgo de las mujeres en HVACR?

Son fundamentales. Estas redes permiten compartir experiencias, generar oportunidades de desarrollo y visibilizar el liderazgo femenino. En mi experiencia, pertenecer a organizaciones como la Cámara en Chile y al Consejo de Mujeres de FAIAR en Iberoamérica ha sido clave para amplificar nuestra voz y de muchas otras colegas.

Desde su experiencia como vicepresidenta del Consejo de Mujeres de FAIAR, ¿cuáles son hoy sus principales objetivos y líneas de acción?

Nuestros objetivos son claros: fomentar la participación femenina en toda la cadena de valor del sector, promover políticas de equidad en las asociaciones miembros de FAIAR, y fortalecer el liderazgo de las mujeres mediante capacitación, certificación profesional (especialmente para quienes se desempeñan en áreas técnicas), visibilidad y representación efectiva.

¿Percibes un compromiso real por parte de las empresas del sector en torno a la equidad de género?

Cada vez más. Hay empresas que están liderando cambios importantes, incorporando planes de equidad, formación inclusiva y contratando a más mujeres en áreas técnicas. Si bien aún queda mucho por avanzar, es alentador ver que el tema ya forma parte de las conversaciones estratégicas del sector, tanto en el ámbito público-normativo como en el privado.

Finalmente, ¿qué significa para usted ser mujer en el sector HVACR en Chile?

Representa un desafío constante, un profundo orgullo y una gran responsabilidad. Significa ser agente de cambio en un proceso que, si bien puede resultar complejo y demandante, me inspira al pensar que estoy contribuyendo a abrir oportunidades para otras mujeres profesionales y demostrando que el talento no conoce de género.

Me enorgullece representar a tantas colegas técnicas y profesionales comprometidas, con la firme convicción de que la diversidad nos fortalece como sector, nos complementa como equipo y, sin duda alguna, nos hace avanzar como industria.

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