La Revista Expofrío conversó con Felipe Zuluaga, presidente de Ashrae Colombia, quien nos comentó sobre la actualidad del capítulo colombiano y sus objetivos como líder de la institución. El ingeniero mecánico cuenta con 16 años de experiencia, dedicados específicamente a la industria de HVACR. Durante ese tiempo, trabajó exclusivamente en este campo, cubriendo casi todas las actividades relacionadas con los sistemas de aire. Inició su carrera como dibujante, luego fue coordinador de mantenimiento y más tarde ocupó el puesto de residente de obra. Posteriormente, trabajó como consultor en sostenibilidad, y a partir de ahí, desempeñó roles en consultoría general y en diseño de sistemas HVAC.
A continuación, su entrevista con la Revista Expofrío:
¿Cómo fue el contexto de su nombramiento como presidente de ASHRAE Colombia?
He sido miembro de ASHRAE durante unos diez años, pero nunca me integré activamente ni participé en las reuniones. Sin embargo, alrededor de la época de la pandemia, comencé a conectarme para averiguar qué estaban haciendo. Noté que muy pocas personas asistían a esas reuniones, y al ser tan pocos y haber muchas posiciones por cubrir, terminé asumiendo una. No recuerdo cuál fue mi primera posición, pero al año siguiente ya tenía otra, y así fui escalando. Al mismo tiempo, se estaba dando un relevo generacional. El capítulo siempre estuvo liderado por los mentores, las personas que dieron los primeros pasos para establecer la ingeniería de aire acondicionado, pero muchos de ellos, ya mayores, se han ido retirando y alejando del capítulo. Esto dejó vacantes, y había pocos jóvenes interesados en llenarlas, lo que me dio la oportunidad de empezar a ascender y asumir otras responsabilidades.
El año pasado fui elegido como presidente electo, y este año asumí como presidente. A pesar de que cada uno tiene su propia posición y tareas, trabajamos muy unidos. Tratamos de involucrarnos en todo; todos participamos en la planificación de eventos, en conseguir patrocinadores y en coordinar la logística de diversas actividades.
¿Cómo se encuentra actualmente ASHRAE Colombia?
ASHRAE Colombia se encuentra en un periodo de cambio e independencia, similar a cuando un hijo se va de casa. Siempre hemos estado muy ligados a la agremiación local, Acaire, funcionando prácticamente como una división de esta. Sin embargo, ASHRAE Estados Unidos nos está solicitando que obtengamos independencia legal, lo que implica constituirnos como una entidad separada de Acaire, con capacidad para declarar nuestros propios impuestos y gestionar nuestras finanzas de manera autónoma. Este proceso ha sido complejo debido, en parte, a los problemas de corrupción que enfrentamos en Colombia y, en general, en América Latina.
El modelo de ASHRAE como sociedad sin ánimo de lucro puede ser susceptible a malos manejos financieros, lavado de dinero y corrupción, por lo que está sujeto a una estricta vigilancia por parte del Estado. Esto ha dificultado el proceso de independencia, ya que hemos tenido que reunir una serie de documentos y presentarnos ante las autoridades para ser fiscalizados y revisados. Actualmente, ya tenemos una razón social creada y operamos como ASHRAE Capítulo Colombia, Sociedad sin Ánimo de Lucro. No obstante, aún nos falta establecer una cuenta bancaria para manejar nuestras propias finanzas de manera transparente, cumpliendo así con las estrictas exigencias de ASHRAE en cuanto a la declaración de impuestos y el cumplimiento de las normativas y leyes locales.
¿Cuáles son sus objetivos?
Aunque nos han sugerido independizarnos de Acaire, nuestra intención es mantener una independencia operativa, pero seguir colaborando estrechamente, no como competidores. No queremos que nos vean como una competencia, como si estuviéramos realizando las mismas actividades o disputando membresías y socios. Queremos trabajar en conjunto. De hecho, creo que todos nuestros miembros de ASHRAE también son miembros de Acaire. Por lo tanto, nuestro objetivo es seguir colaborando a pesar de ser independientes en términos fiscales.
Además, buscamos dar mayor visibilidad al capítulo, ya que muchas personas desconocen su existencia. A menudo, los miembros solo pagan la membresía para recibir el manual o acceder a los estándares, sin saber que somos un grupo activo de profesionales que organiza diversas actividades. Para lograr esta notoriedad, las redes sociales son una herramienta fundamental en la actualidad. Por ejemplo, teníamos una cuenta en Facebook que no se ha utilizado desde 2016. Nuestra meta es revitalizar las redes sociales existentes y crear nuevas, generando contenido de manera continua, no solo publicando cada seis meses. Queremos estar presentes, enviar correos y asegurarnos de que la gente sepa que existimos. Una vez logremos esto, las personas empezarán a vincularse, interesarse en eventos y seminarios, y conseguiremos patrocinadores. La prioridad es que se sepa que el capítulo existe.
Otro de nuestros objetivos importantes es atraer a la gente joven, incluso a aquellos que aún no son profesionales, como los estudiantes de últimos semestres. Queremos captar su interés, ya que a menudo llegan al área de aire acondicionado porque fue la única opción disponible para una tesis o porque tienen algún familiar en el sector, y no por una decisión consciente de vida. Queremos mostrarles a estos estudiantes de ingeniería y carreras afines de qué se trata nuestro campo, cuáles son las áreas de acción, y que sepan que pueden contar con alguien de confianza para orientarse, e incluso para desarrollar una vida social. ASHRAE también se trata de construir habilidades blandas, liderazgo y de fomentar la interacción social, ya sea a través de cenas, partidos de fútbol u otras actividades. Nuestro objetivo es conectar con la juventud y mostrarles las oportunidades que ofrece nuestro campo.
¿De qué manera piensa incentivar la participación de jóvenes y estudiantes?
Hemos estado trabajando en la creación de un espacio llamado “Tardes de ASHRAE”, el cual está abierto a todo el mundo, pero dirigido principalmente a jóvenes estudiantes. Este espacio se implementó en una rama estudiantil de ASHRAE, conocida como Student Branch. En esta rama, participan aproximadamente diez estudiantes de una universidad que afiliamos a través de un patrocinador, quien colabora con una tarifa especial otorgada por ASHRAE. El estudiante aporta una parte del costo, y el patrocinador cubre la otra parte.
“Tardes de ASHRAE” funciona como una especie de webinar, aunque también puede ser presencial, en el que se abordan temas actuales relacionados con HVAC y refrigeración. Por ejemplo, hablamos sobre la tecnología BIM, que es algo que no se enseña en muchas universidades y hemos identificado como un vacío en la industria. Mucha gente aún no sabe trabajar con metodología BIM y lo confunde con un CAD avanzado. Otros temas incluyen tableros eléctricos, que son áreas que normalmente no se cubren en los programas universitarios. Estos webinars duran entre una hora y una hora y media, y siempre dejamos espacio para preguntas. Luego, los subimos a un canal de YouTube.
Advertimos a los conferencistas que estos eventos están dirigidos a estudiantes, por lo que deben usar un lenguaje accesible para ellos. Aunque es posible que se conecte gente con experiencia, el objetivo es que los estudiantes, que quizás no han tenido contacto directo con la industria ni han visto cómo funcionan las máquinas en la práctica, comprendan los temas. Queremos enseñarles cosas que complementen lo que aprenden con sus profesores, muchos de los cuales son académicos sin experiencia práctica en el funcionamiento real de estas tecnologías.
Nuestros conferencistas suelen ser miembros del capítulo ASHRAE, quienes comparten sus propias experiencias. Les contamos, por ejemplo, sobre situaciones que hemos vivido en obras, problemas que enfrentamos al recién egresar, y cómo los resolvimos. De esta manera, buscamos conectar y aportar valor a los estudiantes.
Colombia es un país con un clima interesante que ocasiona que haya mucha demanda en HVAC. En ese sentido, ¿qué iniciativas tienen en mente para promover la sostenibilidad y la eficiencia energética?
Aquí en Colombia se está trabajando intensamente en el tema de los distritos térmicos, con una fuerte labor de divulgación en esta área. Sin embargo, este es un proyecto que avanza lentamente, ya que no se pueden realizar de manera cotidiana, por así decirlo, debido a que se trata de instalaciones de gran escala. A pesar de esto, se está promoviendo mucho para generar interés. La temática de nuestros seminarios generalmente se centra en aspectos como la huella de carbono, el cálculo de la misma, la sostenibilidad de los edificios y la eficiencia energética. Estos son temas en los que hemos trabajado durante muchos años.
De hecho, una de las cosas que estamos intentando hacer es encontrar la manera de aplicar estos conceptos de manera práctica. Aunque en teoría, la descarbonización suena muy bien, nos preguntamos: ¿cómo puedo yo, desde mi rol como técnico o diseñador, contribuir a ello? Estamos tratando de aterrizar estos conceptos, que a menudo parecen muy abstractos. Por ejemplo, el cálculo de la huella de carbono de un edificio puede verse muy claro en diapositivas y tener sentido lógico, pero en la práctica, ¿cómo puedo contribuir desde mi trabajo? ¿Cómo encajo en este proceso?
Es por ello que estamos buscando darle un enfoque más práctico a los seminarios que organizamos, de manera que los participantes puedan entender cómo aplicar estos conceptos en su labor diaria y contribuir de manera efectiva a la sostenibilidad y la reducción de la huella de carbono.
¿Qué tipo de refrigerantes están usando actualmente en Colombia? ¿Están en esa transición hacia los refrigerantes naturales?
Sí, claro, es un proceso muy lento. En Colombia, y creo que en todos los países de Latinoamérica, estamos a merced de lo que indiquen los fabricantes. Ellos traen sus máquinas, y nosotros seguimos sus recomendaciones. En cuanto a los equipos residenciales, se está empezando a apostar por el R32, especialmente en sistemas unitarios y minisplits. Para los equipos de mayor tamaño, se está optando por el R1234YF, un refrigerante que, al menos en Colombia, permite acceder a beneficios tributarios. Los equipos que utilizan este refrigerante pueden importarse sin IVA, lo cual no solo aplica al chiller, sino a todo el sistema, incluyendo unidades manejadoras y sistemas de control, siempre que se importen como un paquete. Actualmente, el IVA en Colombia es del 19%, lo que hace que esta exención sea atractiva para promotores e inversionistas en proyectos.
En resumen, los refrigerantes más utilizados son el R32 y el R1234YF. Por otro lado, se están llevando a cabo estudios sobre el uso de dióxido de carbono, como los que realiza Acaire con su banco de pruebas, aunque estas iniciativas aún están lejos de masificarse. Al igual que muchos otros países en desarrollo, dependemos de las decisiones que se tomen en los países del primer mundo. Por ejemplo, a partir del próximo año, dejarán de fabricarse chillers con R134A para el mercado europeo. Esto sugiere que la vida comercial de este gas podría extenderse unos diez años más, ya que se debe garantizar su suministro. Sin embargo, es probable que los refrigeradores, los equipos domésticos y los sistemas de refrigeración para supermercados continúen utilizando R134A por un tiempo considerable.
¿Hay empresas o iniciativas en Colombia que estén abordando la regeneración de gases refrigerantes como por ejemplo en Chile?
Sí, las hay. Sin embargo, existen limitaciones técnicas, como ocurre con los refrigerantes de la serie 400, por ejemplo, el 407 y el 410a. Estos refrigerantes son mezclas que no se pueden regenerar, ya que, al pasar al estado gaseoso, sus componentes se separan. Normalmente, a lo largo de la vida útil de los equipos, ya han ocurrido fugas, las cuales suelen presentarse en el lado del gas. Esto hace imposible determinar la composición exacta de la mezcla que queda dentro del equipo. Por lo tanto, al momento de recuperar el gas, resulta muy difícil separar los componentes de la mezcla. Sé que en Colombia se recuperan los refrigerantes R22 y R134a, pero no a gran escala.
¿Están colaborando o tienen algún plan específico para colaborar con el gobierno colombiano en la creación o mejora de políticas energéticas y ambientales?
Aquí en Colombia, estamos en un momento crucial, ya que a principios de este año, en enero, se aprobó el primer Reglamento Técnico de Instalaciones Térmicas (RETSIT), el cual entrará en vigencia el 1 de enero del próximo año. Aunque faltan pocos meses para su implementación, nadie sabe cómo se va a aplicar, porque es la primera vez en la historia que se cuenta con un reglamento técnico para el aire acondicionado. Ya existen regulaciones para otros servicios, como el gas: por ejemplo, si alguien construye un edificio, la empresa de gas no abre las válvulas si no se cumplen ciertas medidas. En los hogares, es obligatorio contratar una revisión periódica cada cinco años si se cocina con gas, y lo mismo sucede para la conexión de energía eléctrica en los edificios, donde un ingeniero debe verificar que el diseño cumpla con los estándares. También se exige que los diseños estructurales sean sismorresistentes. Sin embargo, en el ámbito del aire acondicionado y la refrigeración, nunca se había hecho algo similar.
Ante este nuevo reto, ingenieros, consultores, instaladores, contratistas y personal de mantenimiento se enfrentan a la incertidumbre. No se sabe aún quién será la autoridad responsable de revisar los diseños, inspeccionar las obras y certificar la competencia profesional de ingenieros, técnicos y materiales. Lo que se avecina es una carga significativa de trabajo. ASHRAE, por ejemplo, tiene algunos documentos que podrían ser útiles, como aquellos sobre el cálculo de la huella de carbono, un requisito que este nuevo reglamento impondrá en proyectos de gran envergadura. Aunque en Colombia aún no tenemos experiencia en este tipo de cálculos, ASHRAE ya cuenta con directrices al respecto.
Nuestra intención es empezar a socializar esta información, explicar qué dicen esos documentos y cómo podemos aplicarlos. A nivel interno, estamos considerando ofrecer cursos sobre estos temas, que ASHRAE ya ha abordado pero que aquí en Colombia aún no hemos resuelto. Esta es una iniciativa del gobierno, a través del Ministerio de Minas y Energía, y aunque hemos dedicado todo este año a la capacitación, todavía no tenemos claridad sobre cómo se implementará en la práctica.
Lo más probable es que lo que suceda a partir de ahora sea experimental y se vayan haciendo ajustes sobre la marcha. Es posible que en unos pocos años se necesite crear una adenda a este nuevo reglamento para consolidarlo y adaptarlo mejor a la realidad del país.
¿Cómo piensa asegurar la continuidad y actualización de la formación profesional de los miembros de Ashrae Colombia?
Nuestra meta, que hemos mantenido desde hace tiempo, es realizar al menos dos seminarios al año, y cada vez alcanzar a más personas con temas de actualidad. Esto permitirá una actualización continua de conocimientos. Si ASHRAE publica alguna nueva disposición sobre refrigerantes o actualiza alguno de sus estándares, nosotros nos encargamos de divulgarlo y organizar un webinar o un evento presencial para difundir ese tipo de conocimiento y mantener a la gente informada. Por otro lado, para asegurar la continuidad, la clave está en los jóvenes: es fundamental despertar su interés para que ocurra ese relevo generacional. De esta manera, los mayores y pioneros del sector podrán retirarse, dejando el gremio en manos de personas más jóvenes. Cuando nos toque retirarnos a nosotros, habrá nuevas generaciones listas para tomar el relevo. Actualmente, en Colombia, y posiblemente en todo el mundo, está empezando a faltar mano de obra. Ya es difícil encontrar personal operativo, dibujantes, técnicos, e incluso ingenieros.
En este momento, estamos enfrentando una gran crisis en las universidades, ya que las matrículas están cayendo de manera alarmante. Las universidades empiezan a tener problemas financieros, especialmente en carreras de ingeniería. Aunque en otras carreras la situación no sea tan crítica, en términos generales la tendencia en el número de matrículas va a la baja. Con lo que estamos haciendo, estamos despertando el interés de los jóvenes para que sigan estudiando ingeniería. Sin embargo, la idea es ir más allá y llevar estos esfuerzos incluso a los colegios, para motivar a los niños y jóvenes a estudiar ingeniería, ya que el relevo generacional es imprescindible. En lo personal, espero retirarme tarde o temprano, dejando un legado y transmitiendo el conocimiento a alguien que pueda realizar el trabajo que hacía, tal vez incluso mejor.
¿En relación a Expoacaire, cuáles son sus expectativas tiene y cómo va a participar ASHRAE Colombia?
Sí, participaremos y estaremos apoyando el evento. En la agenda académica tenemos dos conferencias, ya que buscamos incorporar conferencistas jóvenes y nuevos, que aporten dinamismo y aborden temas de actualidad. Queremos ofrecer presentaciones novedosas que no se hayan visto antes. Además, llevaremos a algunos de nuestros estudiantes, quienes tendrán la tarea de realizar entrevistas. Queremos que entrevisten a mujeres profesionales, especialmente a aquellas que se destacan en el gremio, aunque no necesariamente formen parte de ASHRAE. Hemos notado un incremento en la participación de mujeres en la ingeniería y nos gustaría que más se unieran a nuestro capítulo. Además de las entrevistas, estaremos visitando los stands de los patrocinadores, y responderemos cualquier pregunta que nos hagan.
¿Qué mensaje quisiera enviar a los miembros de ASHRAE, a la comunidad en general sobre su visión para el futuro de la organización?
El futuro es alentador porque, en realidad, la crisis climática que estamos enfrentando no es más que un reto, un desafío para nosotros. ASHRAE debe jugar un papel fundamental en este contexto. Tenemos el conocimiento, las normas, los libros y todos los recursos necesarios para actuar. En general, los profesionales vinculados a ASHRAE son altamente capacitados y tienen acceso a una gran cantidad de información. Son profesionales muy respetados, lo que significa que este reto que nos presenta el cambio climático y las diversas coyunturas es algo que nos corresponde enfrentar a quienes estamos actualizados y activamente involucrados en la industria.
Es importante que la gente se vincule a ASHRAE y vea los beneficios de hacerlo. Cada vez que uno renueva su membresía, recibe algún beneficio, como un curso que normalmente podría costar varios cientos de dólares, pero que para los miembros es gratuito. Para mí, es muy valioso transmitir conocimiento y motivar a los jóvenes. Eso es una gran oportunidad. Parte de nuestra política de apoyo es ese servicio a la comunidad, ese servicio social que, como ingenieros, podemos ofrecer. Podemos motivar a los jóvenes y servirles de apoyo. Aunque no hubiera otro beneficio, el simple hecho de motivar a una persona, guiarla y ayudarla a conseguir un empleo ya es muy gratificante.