El CO2 resurge como refrigerante sostenible, eficiente y económico, con múltiples ventajas para la industria de refrigeración.
El dióxido de carbono (CO2) ha resurgido como una solución destacada en el ámbito de la refrigeración y climatización tras décadas en desuso. Su uso, iniciado en 1875 y desplazado en los años 30 por los refrigerantes fluorados, ha vuelto a ser relevante debido al impacto ambiental negativo de los halogenados. Cofrico, pionera en instalaciones con CO2 en España, aboga por este gas natural como refrigerante único o combinado, impulsando su adopción en frío comercial e industrial. Este cambio responde a la búsqueda de alternativas sostenibles, ya que el CO2 tiene un impacto nulo en la capa de ozono y un potencial de calentamiento global (GWP) mínimo.
El CO2 es un gas natural presente en la atmósfera que, tras ser sometido a procesos de purificación, alcanza una pureza del 99.99%. En sistemas de refrigeración, puede operar en modos subcrítico y transcrítico. En el primero, actúa como un refrigerante convencional, mientras que en el segundo presenta presiones más altas que requieren controles avanzados. Aunque estas particularidades pueden parecer un desafío, son una ventaja para aplicaciones modernas que buscan eficiencia y sostenibilidad. Además, el CO2 no es tóxico ni inflamable, lo que refuerza su seguridad en uso industrial.
Ventajas competitivas en eficiencia y costos
El CO2 como refrigerante ofrece múltiples beneficios económicos y operativos. Al requerir compresores más pequeños y menor flujo de masa para lograr la misma capacidad frigorífica, reduce costos iniciales y de operación. Asimismo, sus excelentes propiedades termodinámicas y su bajo costo en comparación con otros refrigerantes fomentan su creciente adopción. Cofrico destaca que los sistemas basados en CO2, especialmente en instalaciones de gran escala, logran ahorros energéticos significativos, hasta un 45% frente a tecnologías convencionales, lo cual es crucial en sectores como el comercio minorista.
En cuanto a su integración tecnológica, los sistemas de CO2 son compatibles con diseños innovadores como las cascadas de CO2-NH3. Estas configuraciones alcanzan niveles superiores de eficiencia en aplicaciones de bajas temperaturas, superando en un 20% a las soluciones tradicionales. Además, la implementación de filtros deshidratadores optimiza el rendimiento térmico del CO2, garantizando una operación eficiente a largo plazo. La normativa F-Gas, que restringe el uso de HFCs desde 2022, respalda aún más la expansión del CO2 como alternativa natural y sostenible.
En conclusión, el CO2 se posiciona como el refrigerante del futuro, gracias a sus ventajas ecológicas, económicas y operativas. Cofrico, con su experiencia y liderazgo en este ámbito, continúa promoviendo su adopción en España, destacando su compromiso con la sostenibilidad y la innovación tecnológica en el sector.
Fuente: Cofrico