Una enfriadora eficiente permitió a una empresa plástica reducir emisiones de CO2 en 50,000 kg/año, optimizando costos y sostenibilidad.
En un esfuerzo por reducir su huella de carbono, una empresa del sector plástico implementó medidas de descarbonización que demostraron resultados significativos en el corto y mediano plazo. La sostenibilidad, un tema clave para esta industria, ha impulsado la búsqueda de alternativas innovadoras, especialmente frente a la creciente presión por disminuir el uso de plásticos de un solo uso. En este contexto, la incorporación de una enfriadora de alta eficiencia y baja carga de amoniaco resultó ser una solución eficaz para reducir las emisiones indirectas de CO₂, disminuyendo aproximadamente 50,000 kg al año.
Desde el inicio, la compañía identificó como prioridad la reducción de su huella de carbono en un 30% para 2023 en comparación con los niveles de 2020. Consciente de las demandas globales hacia un futuro sostenible, la empresa entendió que el equilibrio entre el crecimiento económico y la responsabilidad ambiental era crucial. Esto los llevó a optar por tecnologías avanzadas y eficientes que pudieran garantizar el cumplimiento de sus metas medioambientales y operativas sin comprometer la calidad de sus procesos.
Solución
La solución seleccionada fue una enfriadora equipada con tecnología de última generación, diseñada para maximizar la seguridad, la fiabilidad y la eficiencia. La unidad incorporó elementos de calidad superior, como válvulas de seguridad dobles y un sistema integrado de supervisión de mantenimiento, asegurando una operación óptima. Con una capacidad de 1,332 kW, la enfriadora cubrió hasta el 75% de la demanda de agua fría, lo que marcó un cambio radical en la disponibilidad de este recurso esencial para los procesos productivos de la empresa.
Entre los logros alcanzados, destaca una reducción promedio del consumo energético del 14%, con picos de hasta el 26% en carga parcial. Este desempeño resultó en un ahorro anual de aproximadamente 190,000 kWh, además de la disminución de costos de mantenimiento. Asimismo, el diseño plug&play y la integración con sistemas de gestión mediante protocolos como Modbus o Profinet facilitaron la adopción de esta solución. Todo esto fue posible gracias a las unidades FUGU de MAYEKAWA y los compresores de última generación M de MYCON.
En conclusión, esta experiencia reafirma cómo la implementación de tecnologías sostenibles puede generar beneficios tanto ambientales como económicos en la industria plástica. La decisión de integrar una enfriadora de alta eficiencia no solo permitió cumplir con los objetivos de descarbonización, sino que también optimizó los procesos operativos, consolidando un enfoque equilibrado entre la sostenibilidad y la productividad.
Fuente: CaloryFrío.com
