El hospital Queen’s Medical Centre reducirá sus emisiones de CO2 en un 43% con bombas de calor de amoníaco de GEA.
El hospital Queen’s Medical Centre (QMC) de Nottingham, en el Reino Unido, está llevando a cabo un ambicioso proyecto para reducir sus emisiones de CO2 en un 43%. Esta iniciativa se centra en la instalación de cuatro unidades enfriadoras con bombas de calor basadas en amoníaco (R717) de la empresa alemana GEA, que forman parte fundamental del nuevo centro de energía del hospital. Este sistema, con un coste de 15 millones de libras (17,8 millones de euros), proporcionará calefacción y refrigeración de bajas emisiones de carbono al hospital, así como a otros edificios cercanos a través de una red de calefacción urbana.
El sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) se implementará en dos fases. En la primera, se instalarán dos bombas de calor para proporcionar 4 MW de calefacción y 2,88 MW de refrigeración. Estas unidades estarán operativas en febrero de 2025. En la segunda fase, se añadirá capacidad adicional, con 4 MW de calefacción y 5,8 MW de refrigeración. Este nuevo sistema reemplazará la planta de cogeneración a gas y los enfriadores con gases fluorados que el hospital ha utilizado desde 2001.
Además, el proyecto no solo contempla una mejora en la infraestructura energética, sino que también se enmarca dentro de un plan más amplio para reducir las emisiones de carbono del hospital en un 30% inicialmente, cifra que aumentará al 43% cuando se retire el sistema de calefacción actual. La iniciativa, que incluye la actualización de 12.000 ventanas con doble acristalamiento, es parte de una asociación de 15 años entre QMC y el proveedor de energía E.ON. Este esfuerzo conjunto tiene como objetivo alcanzar las emisiones netas cero para 2030, contribuyendo significativamente a la sostenibilidad medioambiental del hospital.
La implementación de este sistema de bombas de calor de amoníaco es vista como una solución eficiente y flexible, ya que permite gestionar tanto la calefacción como la refrigeración utilizando la misma infraestructura. Según Kenneth Hoffmann, Director de Bombas de Calor en GEA, la solución no solo ahorra espacio, sino que optimiza la eficiencia al aprovechar el calor residual de la refrigeración para la calefacción. Este enfoque, además de permitir el almacenamiento y reutilización del calor, contribuye a una descarbonización más efectiva y a una mejor gestión de las necesidades energéticas del hospital, mejorando también la comodidad de pacientes y personal.
Fuente: GEA