La industria del almacenamiento en frío dejó atrás un año desafiante y se prepara para un 2025 de crecimiento, inversión y modernización.
El sector del almacenamiento en frío experimentó en 2024 un año de desafíos que pusieron a prueba su resiliencia. De acuerdo con el análisis presentado en Frostbite, la industria ha atravesado un periodo de ajuste tras un crecimiento acelerado, lo que se reflejó en una disminución de la ocupación de palés y en una mayor cautela por parte de los operadores de almacenes. Además, la consolidación de empresas y movimientos estratégicos en el mercado, como la salida a bolsa de algunos actores clave, han marcado el rumbo del sector.
Los operadores también enfrentaron incertidumbre en el arrendamiento, ya que los fabricantes de alimentos, afectados por la inflación y la crisis en la cadena de suministro, redujeron sus inventarios. Esto impactó directamente en la expansión del sector, ya que aproximadamente el 75% de los almacenes con temperatura controlada están ocupados por usuarios finales, cuya actividad depende de la confianza del consumidor. Sin embargo, este periodo de dificultades no representó un retroceso, sino un ajuste necesario hacia una industria más eficiente y adaptada a las condiciones actuales.
2025: nuevas oportunidades y expansión
Con la mirada puesta en 2025, el sector se encamina hacia una fase de crecimiento sustentada en factores macroeconómicos favorables. La reducción de las tasas de interés facilitará la inversión en infraestructura y adquisiciones, mientras que los operadores avanzan en la implementación de tecnologías como la refrigeración inteligente y los sistemas automatizados de gestión de almacenes. Además, el interés de inversores institucionales en el almacenamiento en frío ha consolidado su papel como un sector estratégico dentro de la logística alimentaria.
Otro aspecto clave es el retorno de la manufactura a Estados Unidos, impulsado por un entorno regulatorio más flexible y un renovado enfoque en la producción local. A pesar de la incertidumbre en torno a los aranceles, se prevé que la producción nacional de alimentos aumente en un 4% en 2025, lo que generará una mayor demanda de instalaciones de almacenamiento especializadas y cercanas a los centros urbanos. Esta tendencia marca un cambio en la dinámica del sector, alejándose del crecimiento especulativo y priorizando construcciones a medida.
El año 2025 se perfila como un periodo de oportunidades para la industria del almacenamiento en frío, tras los ajustes experimentados en 2024. Con una demanda en ascenso y una modernización en curso, los operadores y fabricantes deberán estar preparados para un escenario de mayor dinamismo y competencia. Tal como señala el artículo publicado por Refrigerated & Frozen Foods, si el año pasado representó un reto para la industria, el próximo se presenta como una etapa de consolidación y expansión.
Fuente: Refrigerated & Frozen Foods
