Emergent Cold LatAm resalta tendencias clave en la cadena de frío para 2025, como sostenibilidad, inteligencia artificial y resiliencia operativa.
Emergent Cold LatAm destaca las principales tendencias que definirán la cadena de frío en 2025, marcadas por innovaciones tecnológicas y un enfoque en la sostenibilidad. En este panorama de cambio constante, la sostenibilidad se convierte en una prioridad, impulsando a las empresas a adoptar prácticas de logística verde, reducir la huella de carbono y mitigar el impacto del cambio climático. La transición hacia fuentes de energía renovables y el uso de biocombustibles en el transporte frigorífico son solo algunos ejemplos de las medidas emergentes para mejorar la eficiencia operativa y respetar el medio ambiente.
Por otro lado, la integración de inteligencia artificial (IA) promete revolucionar la gestión de la cadena de suministro, aportando precisión y eficiencia en el manejo de productos perecederos. Esta tecnología optimiza el espacio de almacenamiento, permite el monitoreo en tiempo real y realiza mantenimiento predictivo para prevenir fallos operativos. Además, la IA contribuye a la seguridad laboral, mejorando el diseño de almacenes y reduciendo riesgos durante la manipulación de productos sensibles. Su adopción será clave para mantener la competitividad en un mercado cada vez más exigente.
Asimismo, la resiliencia operativa se torna esencial frente a desafíos como los eventos climáticos extremos y las interrupciones en rutas críticas, incluyendo el Canal de Panamá. Las empresas deben reforzar su infraestructura y mantener inventarios estratégicos para enfrentar estos retos. Iniciativas como The Move to -15°C impulsan la adopción de tecnologías de refrigeración eficientes, lo que refleja una colaboración global para alcanzar metas de sostenibilidad y eficiencia energética.
Otro factor crítico es la reducción del desperdicio de alimentos, considerando que millones de toneladas se pierden anualmente, contribuyendo significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero. Mejorar las condiciones de transporte y almacenamiento en la cadena de frío reduce estas pérdidas, asegurando alimentos de calidad para los consumidores y un manejo más responsable de los recursos disponibles.
Finalmente, el auge de las soluciones built-to-suit responde a la creciente demanda de instalaciones frigoríficas especializadas. Estas opciones personalizadas permiten optimizar costos y operaciones, al tiempo que refuerzan la capacidad de adaptación del sector. En conclusión, las tendencias emergentes en 2025 exigen una transformación profunda de las cadenas de frío, donde la innovación tecnológica y la sostenibilidad serán los pilares para asegurar su éxito a largo plazo.
Fuente: Emergent Cold LatAm