Ernesto Sanguinetti repasa los acuerdos clave de la COP 29, abordando el cambio climático y los compromisos globales por un futuro sostenible.
Escribe Ing. Ernesto Sanguinetti R.
Gerente de la División de Ingeniería de COLD IMPORT S.A.
A iniciativa de la ONU en Estocolmo, Suecia, se organizó la primera Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y su Desarrollo, del 5 al 16 de junio de 1972, que algunos la denominaron “Cumbre de la Tierra”. Veinte años después se realizó la segunda en Río de Janeiro, Brasil, del 2 al 14 de junio de 1992. Durante este evento denominado la “Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro” se creó la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC). La Convención entró en vigor en marzo de 1994 con la premisa de reforzar la conciencia pública a escala mundial sobre los problemas relativos al cambio climático. Entre sus objetivos principales está la estabilización y reducción de las concentraciones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en la atmósfera para impedir riesgos en el sistema climático de nuestro planeta.
Creación de la Conferencia de las Partes (COP)
Como parte de la Convención, se creó la Conferencia de las Partes (COP) para ser el órgano supremo de la Convención y propiciar la asociación de todos los países que forman parte de ella. Se estableció la ejecución de reuniones anuales donde debían participar expertos en medio ambiente, ministros, jefes de Estado y organizaciones no gubernamentales.
Acuerdos clave en la COP 21
Desde entonces, se realizaron 29 reuniones, siendo la más destacada la COP 21, realizada en París, Francia, en diciembre del 2015. En este encuentro, los 195 países participantes se comprometieron a tomar medidas para limitar el aumento de la temperatura ambiental a 2°C hacia finales de este siglo y hacer redoblados esfuerzos para conseguir que no sobrepase de 1.5° C (aumento con respecto a las temperaturas ambientales de la era preindustrial).
El acuerdo se centró en la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), principalmente las provocadas por combustibles fósiles como el petróleo, gas y carbón, los cuales al quemarse liberan dióxido de carbono a la atmósfera (CO2). Además, llegaron a un acuerdo financiero para que países desarrollados financien a los países en vías de desarrollo con al menos 100,000 millones de dólares anuales a partir de 2020 para mitigación y adaptación.
Reuniones posteriores y COP 27
Pues bien, luego de la COP 21 se han realizado 8 reuniones, en las cuales se analizaron los avances y se ejecutaron diversos acuerdos para lograr los objetivos. Debemos resaltar que en el año 2020 no se concretó la reunión anual porque existía la pandemia mundial de la enfermedad Covid 19 causada por el virus SARS-CoV-2.
En la COP 27 realizada en Sharm el Sheikh, Egipto, en noviembre del 2022, se acordó que las dos siguientes reuniones se hagan en países petroleros para comprometerlos más y que sirvan de ejemplo en el entendimiento sobre la problemática mundial que están creando los GEI y ayuden a disminuir el calentamiento global. Por ello, la COP 28 se realizó en Dubái – Emiratos Árabes Unidos en diciembre del 2023 y la COP 29 en Bakú – Azerbaiyán. Esta última reunión, que se llevó a cabo del 11 al 24 de noviembre de 2024, estuvo envuelta en tensiones y negociaciones al límite, estando marcada por avances insuficientes y descontento generalizado; sin embargo, ha dejado una serie de acuerdos que definirán el rumbo de la acción climática en los próximos años, siendo algunos de esos acuerdo los siguientes:
Financiación Climática
Como la emergencia climática requiere acción y financiación; los países desarrollados destinarán anualmente a los países en vías de desarrollo 300,000 millones de dólares.
El acuerdo es que los contaminadores históricos contribuyan económicamente para que los países que sufren las consecuencias de la crisis climática puedan encontrar y usar fuentes de energía renovables, adaptar su territorio al clima extremo y costear los daños.
Mitigación y transición energética pendiente
Se debe triplicar el uso de las energías renovables y duplicar la eficiencia energética hacia el 2030. Lamentablemente, la mitigación se quedó en un segundo plano porque en forma tenue se habló de no sobrepasar, hacia finales del siglo, el límite de 2°C en el calentamiento de la atmósfera, de las emisiones netas cero, de la neutralidad en carbono y de la eliminación progresiva de los combustibles fósiles.
Igualdad de género y transición justa
Extender el Programa de Trabajo de Lima (COP 20) sobre igualdad de género por 10 años a través del Programa de Trabajo sobre Transición Justa, estableciendo guías para integrar a comunidades vulnerables en políticas climáticas nacionales.
El efecto Trump
La COP 29 se realizó casi un mes antes de las elecciones presidenciales en EE.UU. y ya se conocía la promesa de Donald Trump: abandonar el Acuerdo de París si salía elegido presidente de los Estados Unidos de Norteamérica. Las encuestas le eran favorables y todo esto dejó a este país sin legitimidad en el evento. Además, hubo falta de liderazgo de la presidencia de la COP 29 en las negociaciones y acuerdos. La República Popular China, principalmente, apareció como líder y se benefició porque respondió y accedió a aportar financiación climática hacia los países menos desarrollados.
Luego de ganar las elecciones y ser elegido presidente, Trump ratificó su decisión de retirar a EE.UU. del Acuerdo de París, argumentando que la medida busca “hacer que el país vuelva a ser asequible y energéticamente dominante” apostando por seguir usando combustibles fósiles y retirar su apoyo a “acciones verdes” emprendidas por la anterior administración del presidente Biden. Recordemos que Trump ya había retirado al país norteamericano del Acuerdo durante su primer mandato (enero 2017 – enero 2021), pero se reincorporaron durante la presidencia de Biden (enero 2021 – enero 2025) a inicios del 2022.
La postura de EE.UU. sobre el Acuerdo de París y la lucha global contra el cambio climático
La decisión de Trump coloca a EE.UU. entre el pequeño grupo de países, incluidos Yemen, Irán y Libia que no forman parte del Acuerdo, que insta a los Gobiernos a no tomar medidas para limitar el calentamiento global, a pesar de que Estados Unidos es el segundo emisor de gases de efecto invernadero detrás de China, que es el principal contaminador. En ese sentido, la decisión de Trump de dar marcha atrás al Acuerdo de París reaviva dudas sobre la lucha climática mundial y el papel de las cumbres climáticas a nivel mundial.
Sin embargo, como las grandes mayorías han tomado conciencia y saben que la lucha contra el cambio climático sigue siendo uno de los retos del mundo, la postura de EE.UU. en torno al Acuerdo ha comenzado a parecer irrelevante para empresas y muchas naciones (las de Europa, principalmente) que han expresado su deseo de seguir adelante con sus compromisos climáticos. Dentro de EE.UU. también hay instituciones y empresas que seguirán adelante con el control de emisiones de GEI (como por ejemplo seguir buscando refrigerantes con bajísimos GWP, que sean termodinámicamente buenos; mejorar la fabricación para lograr equipos con alta eficiencia energética) y seguir con la política de edificios Net Zero.
La COP 30
La próxima COP 30 se realizará en Belém do Pará, Brasil, del 10 al 21 de noviembre del 2025. Esperemos que en ella se adopten prontas soluciones sobre cuestiones medioambientales, se compruebe el financiamiento para los países en desarrollo, se actúe en la preservación de los bosques y de la biodiversidad, se incentive el uso de energías renovables reemplazando al petróleo y otras diversas soluciones que produzcan bajas emisiones de carbono para reducir los impactos sociales que produce el cambio climático.
